20.7.16

Dreya tiene su examen de traductora el viernes. No creerás lo que sucedió después.

Les cuento que mi examen de Traductor Jurado e Intérprete será en dos días. El viernes 22 y el lunes 25 de julio tengo el examen de 7am a 7pm.


¿Alguien conoce cómo es el proceso de este examen?

Pues bien, el asunto es que se tramita con abogado y tienes que conseguir de 3 a 5 testigos para solicitar que te admitan. Luego de una larga espera, te avisan que, en 25 días, tienes tu examen y que debes pagar una semana antes (lo siento si no tienes el dinero).
Aparte de esto, debes llevar al lugar tu escritorio, silla, impresora, computadora, hojas, diccionarios, glosarios, lapiceros, desayuno, refa, almuerzo... y papel de baño.
Son doce horas de examen cada día. Supuestamente.

La buena noticia

Afortunadamente, ayer nos notificaron que no tenemos que llevar escritorio y silla.

¿Saben qué es lo peor? Que mi estrés es la comida.

No sé qué preparar para tanta hora de ese día. Quienes me conocen saben cómo me pongo si no he comido ni tomado café. Así que, si tienen alguna sugerencia de algo fácil y rico, (recuerden que tengo que llevar hasta papel higiénico) se los agradeceré mucho.

¡Hasta pronto!

1.7.16

Casa nueva, vida nueva, estado civil actualizado.

Llevo varias semanas escribiendo esta nota. No sabía cómo empezar, cómo disculparme por no haber escrito desde hace más de tres meses. Pero aquí estoy de nuevo, en una nueva casa, una nueva vida, un anillo más en mi dedo y con una familia más grande (familia política, no bebé).


Mientras hago el oficio (sí, el oficio) en mi casa, me he preguntado si he de darle un nuevo giro al blog, uno que hable sobre lo que no te dicen cuando te casas. Apenas me he adaptado a la vida de una mujer casada, traductora, community manager, ama de casa con oficina en casa.

Para empezar, cuando vivía en casa de mis padres, mi día comenzaba a las 8am con un desayuno hecho por mi mamá. Luego del desayuno todo era trabajo, trabajo, trabajo, hasta las doce del mediodía, cuando decidía ejercitarme y luego ir a darme un baño.
Luego del almuerzo (preparado por la cocinera), trabajaba por una hora más y jugaba con mi sobrina que casi siempre estaba en casa. A eso de las 5:00 pm llegaba el amor a visitarme y todo era paz y tranquilidad. Excepto cuando nos tocó planear y organizar la boda, eso fue una montaña rusa de emociones y estrés, pero estrés del bonito.

Mi día de casada se resume más o menos en esto:

  • Despierto a las 9:00. No puedo despertarme antes de esa hora, ¡y es horrible! cuando el amor ya llevará una hora o dos de labores. (¿Qué dirán las generaciones anteriores de no levantarme antes a hacer desayuno?).
  • Trabajar 10 minutos.
  • Hago desayuno. Desayuno.
  • Barrer, trapear, limpiar baños, lavar ropa, tender ropa, hacer cama, o cualquier actividad que toque hacer.
  • Trabajar media hora, o lo que alcance antes de darme cuenta de:
  • Cielos, ya es mediodía y no he hecho almuerzo... 
  • Hago el almuerzo. Almuerzo.
  • Trabajo, trabajo, trabajo.
  • Siesta... no se por qué estoy tan cansada ahora. :(
  • Pensar qué escribir en el blog y no hacer nada.
  •  Hacer cena. Cenar.
  • Doblar ropa, planchar camisas o tirarme en la cama con el amor, sintiendo que no hice nada en el día. Por lo regular hago esto último.



Mi vida no solo es diferente ahora, ¡es hermosa!


Aunque me costó salir de la comodidad de la casa de mis papás, hoy puedo decir que la vida de casada no es lo que te dicen; si te casas con el amor de tu vida es mejor de lo que te dicen. Yo me despierto cada mañana y duermo cada noche con la persona que amo. Cada día aprendemos cosas nuevas uno del otro, reímos juntos, bromeamos uno con el otro y nos apoyamos. Tengo su apoyo en cada faceta de mi vida, incluso cuando no quiero hacer oficio y hasta con las ideas más locas de mi cabeza.


Cierro esta nota diciendo que Dreya regresó con más temas y aventuras. Esperen leer de mi más seguido.







16.2.16

Un golpe de suerte. #LasAventurasDeDreya

Actualmente suelo encontrarme con entradas de blog, videos, memes y otras publicaciones que, por un golpe de suerte, se vuelven virales. Es como un cuento de hadas; el príncipe encantado (en este caso es la empresa, el cliente o cualquier patrocinador que haga tu vida más fácil) ve a la princesa, su potencial... y de pronto, por esa publicación, el autor logra el puesto en la agencia que tanto soñó, obtiene patrocinios o se vuelve famoso en redes sociales. ¡Todo un golpe de suerte!

En cierta forma esperé que este blog fuera uno de esos que resultaran en un golpe de suerte, que se haría famoso y que las empresas me buscarían y me contratarían mágicamente, pero los golpes de suerte no existen. No en mi caso.

La realidad que no vemos respecto a esos golpes de suerte es la enorme cantidad de trabajo que requirió el hacer algo tan único como para ser viral, las largas noches sin dormir, los días en los que probablemente no había ni siquiera para la renta o la comida... Todo eso es invisible.
«Volverte viral no es un golpe de suerte, es dar a luz lo que se gestó en privado.» Dreyamorales.

En lo personal, hubiera deseado tener uno de esos «golpes de suerte», pero mi vida nunca se ha basado en la suerte; no me he ganado nada ni en la lotería de las despedidas de soltera; pero cuando se trata de competir, compito. Y me gusta ganar.

Los golpes de suerte no son más que el fruto de un trabajo más que bien hecho, ¡extraordinario! Los posts virales no son casualidad sino un excelente punto de vista bien redactado, bien estudiado y puesto al alcance de muchos.

En conclusión, mi consejo es este: Procura hacer todo como si tu vida dependiera de ello, no guardes lo mejor para mañana, porque mañana talvez no tengas la oportunidad de hacerlo.

Proyecto #Contraste: 3 meses, 16 días.